Comenzamos preparando un molde cuadrado o rectangular con suficiente fondo para que nuestra esponjosa coca de llanda pueda subir (unos 4-6 cm de alto mínimo).
Podemos preparar el molde con spray para hornear, con aceite de oliva y con papel de horno que puede sobresalir por los laterales del molde, así nos resultará más fácil desmoldar nuestra coca.
Precalentamos el horno a 180º Centígrados (355 Fahrenheit) con calor arriba y abajo.
En un bol comenzamos mezclando con la ayuda de unas barillas de mano o eléctricas los huevos con el azúcar blanco y la ralladura de limón hasta que blanqueen y se integren perfectamente.
Añadimos el aceite de oliva y las cucharadas de ron a la mezcla de huevos y azúcar y mezclamos de nuevo con las barillas.
A continuación añadimos la leche a la mezcla y batimos de nuevo.
Tamizamos la harina y los 3 sobres de gaseosa que poco a poco iremos incorporando a la mezcla de huevos, leche, aceite y azúcar y mezclamos todos los ingredientes con movimientos envolventes con la ayuda de una espátula.
Colocamos la mezcla de ingredientes para nuestra coca de llanda en el molde que previamente hemos preparado.
Mezclamos en un cuenco 3-4 cucharadas de azúcar blanco y ½ cucharadita de canela para la costra crujiente de nuestra coca valenciana.
Espolvoreamos una generosa capa de la mezcla de azúcar y canela sobre nuestra coca de llanda cruda.
Horneamos durante 25-35 minutos en función del horno, hasta que la superficie de nuestra coca de llanda esté dorada, y al introducir un palillo en el centro salga seco. Si lo deseáis podéis cubrir con papel de aluminio la coca durante los 10 primeros minutos de horneado, para evitar que se tueste en exceso la costra superior de azúcar.
Dejamos enfriar y servimos nuestra esponjosa coca de llanda con su capa superior de azúcar crujiente y ¡a disfrutar!